sábado, 1 de octubre de 2011

Salud I


Uno de los temas en los que me gustaría implicarme si llegase a trabajar en los ámbitos que nuestra carrera dispone seria la educación de la alimentación y la salud.

Es un tema que de primeras no da la impresión de ser difícil de tratar. Si ahora mismo en la clase nos hicieran un examen sobre lo que se debe y no se debe comer, o sobre los hábitos de vida saludables, seguramente todos responderíamos al unísono: verduras y frutas, más pescado que carne, nada de fritos, ejercicio…los más puestos en materia repetirían sin planteárselo la cantinela de las cinco livianas ingestas diarias, hábito presentado como equilibrado y saludable por los médicos y nutricionistas de finales de siglo XX y comienzos del XXI en occidente (…), o lo que Matías Prats comunique a las tres según el fulanito de turno.

Más o menos algo se ha pillado. Más o menos se va entendiendo de qué va el cuerpo.

Yo pienso que nos quedan leguas.

En los últimos años se ha ido adquiriendo más conciencia sobre la relación entre el cuerpo y la mente. Antes todos éramos capaces de relacionar, por ejemplo, un eccema con nervios o stress. O todos aceptábamos que había personas que reaccionaban físicamente a una emoción o estado mental.
Mi hermana menor“curiosamente” se ponía mala antes de los exámenes, pensábamos en casa que era el clásico teatro español para no asistir a clase, hasta que vimos que a veces vomitaba. Vomitar de los nervios, es algo que podemos considerar “normal”, la gente acepta la relación mental-física (nerviosismo-nauseas).
Hasta ahí bien. Pero no todo es un resfriado.

Cáncer. Hepatitis. ¿Ahora qué?

¿Quién piensa en la mente cuando habla de Cáncer?

Cáncer.
Esclerosis lateral amiotrófica.

¿Piensas en la mente? Probablemente la respuesta sea no.
Si por el contrario es sí, me alegro, ahora lo voy a dejar ahí.

De momento sólo lanzo un par de preguntas: ¿Por qué aceptamos sin problemas que el ser humano somatiza determinadas cuestiones, y otras no? ¿Por qué pensamos que somatiza si el cuerpo sufre un mal menor, pero si hablamos de “grandes enfermedades”, patologías, etc, solo pensamos en biología, y, como mucho (que ya es un buen avance) en alimentación?

Para ponernos en antecedentes citaré un párrafo del libro “Estilos de pensar”, obra de la antropóloga Mary Douglas que recoge ensayos sobre variados asuntos. Nos centraremos en el capítulo 2: “La elección entre lo somático y lo individual, algunas preferencias médicas”.
Douglas  en el ensayo pone el acento en aspectos distintos a los que aquí quiero tratar, pero me serviré de su texto para situarnos:

” A lo largo de su historia, la medicina occidental ha ido apartándose de las cuestiones espirituales. En una democracia pluralista, las variadas creencias religiosas de la población deben ser respetadas.Sería inapropiado que un practicante de la medicina imponga a sus pacientes sus propios puntos de vista religiosos.De modo que la religión fue separada netamente de la medicina, luego los transtornos psíquicos fueron separados de los físicos y luego también se separó un miembro de otro, la carne de los huesos, la piel de lo subcutáneo, cada órgano de los demás, cada virus por su lado y cada enfermedad fue considerada aisladamente.
La historia de la investigación médica fue un proceso de especialización hasta el punto de que hoy el cuerpo mismo ha quedado parcelado en zonas que competen a una cantidad de especialistas…”

 Mi objetivo con esta entrada es abonar el terreno para las próximas, que seguramente tengan las mismas etiquetas.De momento hoy me gustaría solo cuestionar la concepción que tenemos de las enfermedades y de la medicina, principalmente de la salud.Plantearnos también el "puede que no sea así" en el mundo de lo que presume de ser la ciencia más empírica de nuestros tiempos.
Como cita el párrafo anterior, el enfoque actual de la medicina no nació con la medicina, es un modo de ver el cuerpo, las enfermedades, y la medicina.

He recurrido al texto anterior precisamente para que podamos ser conscientes de ello.Conscientes de que existe el enfoque holístico que considera al cuerpo como un todo y al individuo como un todo, donde mente y cuerpo son inseparables.


Así mismo, estoy intentando erigir desde los cimientos lo que sería mi modo de entender la salud y la alimentación en el campo del Trabajo y la Educación Social, planteandolo con el contenido que me interesa personalmente.

1 comentario:

  1. Veo que salud, enfermedad y alimentación pueden ser centros de tu interés. No sé (no lo sé de ninguno/a), cuál va a ser el tema que trates y expongas con el trabajo en grupo, pero existe la posiblidad de elegir este tema y centrarlo en lo que quieras. La perspectiva sobre la medicina actual nace de la especialización y el acotamiento de las ciencias. Lo que planteas con respecto al cuerpo humano ocurre con casi cualquier objeto de estudio. En la educación juegan papeles igual de determinantes la psicología, la sociología u otras disciplinas. Pero en vez de estudiar el hecho educativo como un todo se analiza por partes, parcelando la realidad. Bien es cierto que para poder estudiarla mejor, pero cuando nos fijamos en las hojas de los árboles, no vemos el árbol al completo y menos el bosque. Por otro lado la sociología también ha analizado las diferencias en la relación que se establece con la salud y la medicina desde la sociedad digamos "occidental" (que debido al proceso de colonización ideológica o globalización no sólo encontramos en occidente), con su modelo biomédico de la salud, y la cultura oriental con una perspectiva más holística (medicina alternativa que se diría en los países "modernos"). Con respecto a este último análisis te recomiendo el capítulo 8 de la última edición del manual de Sociología de Anthony Giddens y que lo dedica a la salud, la enfermedad y la discapacidad.

    Muy buena entrada, has dado con el "tono" rápidamente. Jose

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