miércoles, 4 de enero de 2012

Texto Teorías Globales sin apenas teorías globales.



Mi imagen del sujeto no sé como será. Si me dedicara a la intervención podría ser testigo de escenas desde variopintas hasta desagradables y es muy difícil saber de antemano que imagen tendrá uno de la persona con la que intervendrá, sin saber qué sensaciones le inspira o le provoca -la profesionalidad consiste en dejar tales sensaciones a un lado pero entendemos que la imagen va en función de perspectivas que en parte, son influenciadas por las sensaciones, según la socialización laboral, la historia personal, etc.-.

G.Gendrau describe algunas imágenes del sujeto por parte de los educadores con las que no nos sentimos muy identificados, aunque sí lo hacemos con el “sentido a la profesión” que redacta en el último punto. En nuestro caso sentiríamos que la intervención con el sujeto da sentido a la acción, más que a la profesión. A la acción porque para nosotros una acción no tiene sentido solo en si misma, sino que está conectada con una totalidad.

Por ejemplo, el  padre de un amigo narraba cómo tenía una maestra en la escuela que organizaba su asignatura por trabajos en grupos y exposiciones cuando los alumnos contaban con 12-13 años de edad. Gracias a esa maestra que tuvo durante dos años,  aprendió a desenvolverse en público, a perder el miedo y a expresarse con fluidez, así como a trabajar en conjunto: expresar las ideas propias, respetar las de los demás, etc. Desarrolló desde pequeño tales habilidades, que conservó y potenció en la edad adulta. Actualmente tiene más facilidad para trabajar en grupo, mediar, y hablar en público que otros colegas de profesión o compañeros de su misma edad. Ha transmitido inintencionadamente las habilidades a su hijo, que ha crecido viendo como se relacionaba con los demás y cómo trabajaba. Y hoy en día nuestro compañero tiene las capacidades que la maestra de su padre quiso despertar a sus alumnos. Ni que decir tiene que tanto las características de uno como de otro contribuyen a la cohesión de aquellos grupos en los que participan y al diálogo, que funcionan un poco mejor por el granito de arena que aportan. Así pues, la labor positiva de una persona (la maestra) se extiende en el tiempo y afecta a una red de personas más extensa de lo que podamos imaginar.

Es como la labor de Schindler –sí, es una comparación desproporcionada-, no sólo consistió en salvar judíos: creó indirectamente generaciones destinadas a no existir, cualquiera de nosotros puede irse de erasmus y compartir piso con un descendiente de los judíos de Schindler que le enseñe a hacer piernik porque a un hombre se le ocurrió salvar a centenares de personas hace unas décadas.

El texto explica las teorías globales, que recogen diferentes perspectivas sobre la desadaptación. Según leímos: la teoría del aprendizaje social, la funcionalista, la interpretativa y la social.

El contenido es repetición de otros textos, no aporta mucho en ese sentido. La teoría funcionalista es quizá la que no ha salido aún en los textos que hemos ido tratando. De ella nos quedamos con la aportación de Becker, que plantea el dilema fundamental: la gente no está de acuerdo en lo que constituye una conducta sana. Inmediatamente pensamos en Krishnamurti y su famosa cita “no es saludable estar perfectamente adaptado a una cultura profundamente enferma”.

 Quizá todas las personas que consideremos como inadaptadas no tienen por qué comportarse de un modo autodestructivo o que le retrase/impida su desarrollo personal o en la sociedad, del mismo modo que personas que consideramos perfectamente adaptadas pueden estar jugando a ser una caricatura de ellos mismos según las imposiciones del medio y no estar tan sanas como aparentan.

La entrada está escasa de contenido, no vemos nada que podamos destacar sin repetirnos, se vuelve a hablar de Pigmalion, de cómo nuestros estereotipos y expectativas respecto a los otros influyen en la manera como interpretamos sus comportamientos, de la reacción social…

Una idea que sí nos afanamos en rescatar es “el observador de un acto delictivo tiende a seleccionar en la situación y en el autor indicios que confirmen sus representaciones y expectativas hacia el delincuente”. Al igual que Bandura opinaba que la conducta delincuente se aprende y se transmite como cualquier otra, nosotros vemos un paralelismo entre la proyección que realiza el observador de un acto delictivo sobre el delincuente y la situación de conflicto y una situación ordinaria con personajes no conflictivos. Todos proyectamos nuestras creencias al exterior, por eso las percepciones de una misma realidad son tan variadas. La realidad es un hecho objetivo carente de significado, las realidades experimentadas pocas veces tienen que ver con el hecho objetivo y muchas con el significado otorgado.

Lo que hemos aprendido con el texto que no hubiésemos visto antes es la parte de la perspectiva Interpretativa de habla de “Explicaciones y atribuciones”.

Nos ha parecido importante que se ponga de relieve que todos los sujetos y situaciones son fuente y blanco de atribuciones múltiples. Por otro lado, leer cómo solemos explicar acciones ajenas según disposiciones particulares y  excusar las nuestras según situaciones o causas ajenas es de las ideas que nos hacen pararnos a pensar sobre uno mismo.

Hasta aquí hoy (si es que no hacemos otra entrada).

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martes, 3 de enero de 2012

Teorías explicativas de la desadaptación social.



Como decía un profesor que citaba a su antiguo profesor: “los términos medios pueden ser muy virtuosos pero no son explicativos”. Cuando empezamos a ver en clase las teorías explicativas de la desadaptación social, nos parecieron lo que a la mayoría de nosotros: descriptivas y fieles a la realidad, pero a una parte de la realidad. Dábamos por supuesto que hablaban de tendencias y de generalidades, no que proviniesen realmente del positivismo y defendiesen una postura determinista, que se conformaba con explicar la realidad a partir del entorno exclusivamente, o de la biología del individuo. De hecho en una de las entradas de ayer, expresábamos nuestra perplejidad ante la explicación de las causas inmediatas de la conducta humana de acuerdo con el referente interactivo. Lo teníamos en las narices pero no caímos en que efectivamente, se trataba de una postura conductista determinista, que no dejaba margen al proceso psicológico individual.

Que hayamos supuesto en un principio que las diferentes teorías hablaban de parcelas de la realidad, no es fruto del azar sino del momento histórico en el que nos encontramos, donde se han superado muchas teorías y creado porturas conciliadoras (como la Escuela Crítica) entre extremos.

Así pues, queda redactada la mayor contribución que nos ha hecho el texto sobre las distintas teorías: concienciarnos de que no hace tanto tiempo, el pensamiento determinista era muy común entre los estudiosos, y dio lugar tanto a teorías como a modelos de intervención, siendo más literales: determinó como se trataba a las personas que se salían de la masa.

En clase debatiendo sobre el Liberalismo y el Positivismo, y los modelos de intervención, observamos como aún existían actuaciones a partir de modelos que se creían superados. Por lo tanto el segundo dato importante, fue que debíamos conocer bien las corrientes filosóficas que sustentaban dichos modelos, así como las teorías, para saber desde que marco nos estamos moviendo y afinar, poder ver los posibles déficit de las actuaciones o los errores en los que podemos incurrir simplemente por tener un sistema de creencias, que como todos, por muy castrante que sean con respecto a la totalidad de la realidad, tienen su coherencia y su lógica interna y por ello a veces son persuasivos si no se conoce bien su procedencia.


Otro punto importante es conocer las diferentes fases de la respuesta social a la desadaptación. Recordamos como vimos en clase que actualmente, se seguían dando respuestas que supuestamente quedaron obsoletas, como la beneficencia, que se creía superada pero es tan actual o incluso más que el trabajo comunitario, o al menos en España. La ayuda económica, la asistencia puntual es a veces muy necesaria y otras veces un abuso del recurso por parte del estado para no remediar un problema desde su raíz, es la transparent dangling carrot para el pueblo, “iros quedando tranquilitos con esto”.

Las teorías explicativas se entienden según su contexto, como todo. La Teoría Sociológica cobró importancia tras la Primera Guerra Mundial. Hace una distinción entre lo macrosocial y lo microsocial,  mientras que la primera habla  de la desadaptación social como producto de entornos conflictivos concentrados en grupos culturales o subculturales, la segunda se centra en los factores familiares como causa de la desadaptación, ambas hablan del entorno.

La Teoría de la asociación de Sutherland reaparece junto a la tendencia macro con crítica incluida por Rutter y Giller. Me encantan estos dilemas: se dan asociaciones entre individuos desadaptados, pero sería por efecto de la Asociación Diferencial o porque el individuo propenso a desarrollar conductas delincuentes busca compañeros parecidos a ellos? Pues por ambos, no es una respuesta original pero así creemos que es. No tienen que ser teorías excluyentes la una de la otra.

 La teoría sociológica da lugar a modelos de intervención de corte protector y compensador, leemos: “…proteger al individuo de los efectos adversos de su entorno socio-familiar y compensarle por las privaciones y desventajas que haya sufrido…”. Quizá podamos incluir aquí los reformatorios juveniles, cuya principal característica es el aislamiento del individuo alejándolo de su entorno.

Rutherford (1986) resume los postulados del modelo de Welfare que no vamos a copiar, pero sí a comentar dos de ellos.
”La prevención del abandono y la mitigación de las desventajas conduce a la prevención de la desadaptación y del crimen.”

“Todos los jóvenes con problemas pueden ser tratados mediante un proceso diseñado para identificar sus necesidades”

Con el primero estamos de acuerdo, sin embargo lo hemos asociado con el texto de Jaime Funes “Lecturas inadaptadas sobre los ciudadanos con dificultades sociales”, en el que nos previene acerca la mirada estatal, que ve a al ciudadano con problemas cuando es un problema para la sociedad, que no reconoce el problema social hasta que una institución lo reconoce y lo dota de visibilidad para el mundo. Concretamente nos dice que no debemos olvidarnos de las personas, que un problema social  es un problema de personas, no solo un obstáculo para el desarrollo correcto de la sociedad.


La segunda frase la hemos querido destacar por la primera palabra, porque los que estamos estudiando esta carrera no sabemos bien como serán las cosas fuera, y no todo el mundo piensa que todos los jóvenes pueden ser tratados, es alentadora.


(Hemos de decir que las teorías sociológicas también dan lugar a un modelo contrario, no interventor, pero concluiremos el apartado.)


Las teorias centradas en el individuo nos parecen poco rescatables. Todas parcelan la realidad pero esta es la más castrante a nuestro parecer. La variable situación es ignorada por las teorías de la personalidad y las aproximaciones conductistas ignoran los fenómenos psicológicos. Lo que nos parece más acertado es la inclusión del concepto de “limitación” en la Teoría de la Racionalidad (Limitada), que tiene al menos en cuenta que la elección llevada a cabo por el delincuente está muy influida por la emoción intensa o la intoxicación (Guasch 1991 1996). La concepción del acto criminal como resultado de elección individual se nos antoja muy vacía. Los modelos de intervención que tienen como base este tipo de teorías  es tan pobre como ellas mismas: el modelo castigo-control y el modelo tratamiento, que tienen en cuenta que muchos delitos y conductas desadaptadas son un producto de oportunidad y de elección racional, y por tanto, la persona debe dar cuenta de sus acciones. Vamos liberalismo puro, y ya sabemos que en los extremos no encontramos mucho más allá de una explicación medio válida.

Con la teoría de la reacción social se nos plantea otra pregunta : Cómo llega a producirse una conducta desadaptada por primera vez si en ese momento aún no ha habido ninguna reacción social?(Denman 1988)  Mmmm. Nosotros entendemos la reacción social como uno de los factores que contribuyen a la desadaptación, según el caso será un factor de mayor o menor importancia. Podríamos entender entonces que el primer acto se da por otro motivo y la reacción social posterior refuerza ese comportamiento, pero claro, eso lo dice nuestra mente del siglo XXI, si de lo que hablamos es de determinismo, no es eso lo que dice la teoría y sería un interrogante suficiente para hacerla tambalear.


La última teoría sin contar con la Postura Ecléctica es la del Aprendizaje Social de Bandura, que postula que la conducta delictiva no es distinta a las demás conductas humanas en el sentido de que se transmite  y se aprende igualmente. Su característica distintiva es su preocupación por la variable situacional, tiene en cuenta la oportunidad, la presión, presencia de testigos, elementos disuasorios…Nos mostramos muy en consonancia con Bandura, cuyas ideas se encuentran en la base del modelo Reeducativo o Educativo, que dice que las necesidades problemáticas del niño se pueden diagnosticar y tratar.

La Postura Ecléctica es la parte que más destacamos de todo el texto porque es de la que más hemos aprendido. De las demás también, pero nos habían quedado más claras en clase. En el texto se describe detalladamente y es el colofón para entender la realidad actual. Explica como se ha especializado la justicia con el tema del menor y como ha tenido una repercusión negativa porque ha habido un aumento de la aplicación del castigo y una disminución (o sustitución) de la intervención por éste.

Y hasta aquí hoy.

lunes, 2 de enero de 2012

Devuélvanle el banco a mi abuelo.



...Sobre el referente cultural...

“…la importancia etiológica del factor ambiental  y su estrecha correlación con los índices de delincuencia, así como las características físicas y sociales de determinados espacios urbanos de la moderna ciudad industrial, generan criminalidad y explican la distribución del delito por zonas.” (Guasch, 1991:274)

Se ve que en Sevilla ha arraigado bien este pensamiento. En los últimos años han vallado la cancha de baloncesto del Plantinar,(re-vallado, porque ya tenían una valla para evitar que la pelota se saliese a la carretera, la nueva valla revalla la pista por todos los lados posibles incluyendo una puerta con cerrojo para que entre exclusivamente el que va a jugar al baloncesto, y no cualquiera que quiera sentarse por los alrededores a hablar mientras se bebe una cerveza y come pipas, o hacer el uso cívico que le de la gana del espacio público, que para eso es público), han quitado bancos de plazas ( una plaza desbancada junto a una pista de baloncesto revallada, monísimo).

En la Alameda brotaron repentinamente parques infantiles, de la comisaría no haremos comentario porque ya es demasiado obvio y no va tan en el paquete de remodelación urbana “sutil” anti-jovenociosamentereunidoquenogastaenbares, y lo mejor de todo, el nuevo bar “Las Sirenas”, que es para morirse del descaro. El bar Las Sirenas era el único reducto de la alameda antigua, donde se reunían gente que el Ayuntamiento no podía ni ver porque les ensuciaba el paisaje, anarkas, okupas, skins, o gente que lo parecía. Cualquiera que frecuente la Alameda o que conociera el antiguo Sirena, sabe que no se distinguía de los demás bares más que por la gente que allí iba, no por tener un volumen de música muy alto, por causar molestias a los vecinos, o por ensuciar la calle. Al chapar estaba la zona de las mesas de la calle totalmente recogida, nosotros mismos veíamos como los encargados se encargaban de recoger hasta la última botella vacía. Se dice que se van porque se les acabó el contrato de alquiler, pero nadie dice porque no le renovaron.

Ahora le han hecho un cambio de look brutal y subido los precios, acuden personas que nada tienen que ver con el antiguo público, que parece ha desaparecido del mapa junto al bar antiguo. Por cierto, el nuevo intenso olor a incienso coloca más que todo lo que se pudiera meter quien allí hubiera antes. Podían haberle cambiado el nombre al menos, profanos!

La arquitectura urbana afecta al comportamiento social, pero no va a ser solo a los criminales, nos afecta a todos. Por ejemplo, la propia estructura de un patio vecinal antiguo propicia el dialogo y la sensación de familiaridad, el encuentro. Si despojan la calle de bancos y lugares en los que simplemente estar, si se lían a poner parques infantiles a diestro y siniestro (además descaradamente, en cada punto de encuentro, como el parque infantil que hay en la avenida de Torneo al bajar las escaleras en donde la gente se reúne…) y si se empiezan a vallar espacios públicos, la ciudad se deshumaniza, la calle se convierte en un lugar donde transitar pero no en el que estar. Quieres una cerveza, ve al bar y gasta. Quieres sentarte a charlar, a la calle no, al Starbucks o al Tea&Coffe. La eterna excusa del incivismo no es suficiente. No se puede negar ni dejar tratar la conducta incívica que moleste al vecino, la suciedad o el ruido, pero de ahí a ver como desaparecen los bancos de cualquier lugar en España, en Andalucía, por dios, que tenemos cultura de calle, es inaceptable, ¿Qué va a ser de los lugares públicos en los que estar?

Sutherland habla de otro punto del referente cultural, que sería la adopción de normas inversas a las que rigen la generalidad en la sociedad, en un grupo de iguales que son desviados. Se describe su teoría brevemente y no nos dice nada, solo nos preguntamos hasta que punto la adopción de valores sería inversa a la sociedad. La fraternidad se considera un valor positivo, aceptado, y reforzado por la sociedad general, y en muchos grupos desviados también se ve como algo positivo, incluso sagrado.

El referente interactivo pone el acento en la actividad del individuo:

“De acuerdo al PIC-R las causas inmediatas de la conducta humana han de ser encontradas en el contexto de las situaciones inmediatas en las que la persona actúa. La interacción entre las variables personales y las situaciones inmediatas produce variaciones en las más inmediatas variables causales que han sido descritas mediante frases como intenciones definición de situaciones elecciones personales, balance entre costes/beneficios…estas diversas denominaciones reflejan diferentes perspectivas psicologicas pero cada perspectiva esta de acuerdo en que la conducta humana refleja las condiciones inmediatas”

No terminamos de entender el párrafo. Entiendemos que se trata de enfatizar la importancia de la decisión individual de cada instante, pero no sabemos si lo captamos del todo, si así fuera, nos parece que falta la parte B, la de la historia de vida. En los párrafos finales, que hablan de la socialización, leemos a Auger, que nos dice que el cambio en un individuo no es imposible pero es extraordinariamente difícil cuando el ser humano ha aprendido a vivir de una determinada manera y se ha metido en la cabeza unas ideas concretas que constituyen su filosofía de base. Pues bien, teniendo en cuenta la socialización de cada persona, como vamos a darle el peso principal a las elecciones y a la inmediatez??  La elección de la persona y la reacción inmediata a los sucesos están en total consonancia con la historia de vida.

Es el debate sin fin que compartimos con un amigo: ambos tenemos en común a un grupo de personas cuya mayoría de componentes tienen todas las características de personas en riesgo de exclusión social, o son ya desadaptados sociales, o tienen dudoso futuro como personas adaptadas socialmente. Él argumenta que ya “tienen una edad” para saber elegir, que el pasado que han tenido no puede ser la excusa para no poner medios propios para dejar de subsistir y empezar a vivir, o incluso que el presente del que participan no les impide encauzar su vida. Entonces es cuando nosotros le hablamos de  la socialización y de que el desarrollo biológico y mental que conlleva la edad no es suficiente a veces para salir adelante. Luego cuando parece que nos vamos entendiendo empezamos a hablar de cada caso, y resurge el dilema. Madre y padre de dudoso oficio y estabilidad mental con circunstancias y situaciones negativas determinadas desde que la persona nació, para nosotros dos es “suficiente” para explicar conductas desviadas del hijo. Pero no todo está tan claro siempre, no hay un límite ni nada que certifique que se puede encauzar una vida a pesar de cierto tipo de calamidades y que todo está perdido por otro tipo de acontecimientos. La elección del momento… qué es la elección del momento por sí misma si está impregnada de pasado?  Puede tener edad para insertarse en el mercado laboral, alimento y techo, tiempo por supuesto, incluso gozar de una estabilidad emocional en su casa (si es que tiene casa y familia) relativamente duradera y suficiente para que no haya perturbaciones en un intento de inserción en institución académica o de cambio de vida dejando sustancias psicoactivas y relaciones tóxicas. Pero y la philosofical inner life de Matza? Y si su socialización secundaria han tenido lugar en grupos inadaptados y su primaria le ha provocado más desajustes con el medio que dado herramientas para vivir en él? Sí al cambio, aunque sea difícil, solo imaginemos que tan difícil es conseguirlo sin ayuda y qué poco podemos opinar desde nuestra posición cómoda con su propia lógica interna, como un etnocentrista ignorante que acusa a la tribu extraña de subdesarrollada.

I don't need a ticket though I never got one...



Le iban a salir telarañas a esto.
Para recalentar motores leemos el texto de Amorós y Ayerbe (2000), que es cortito y nos suena.

El proceso de inadaptación atraviesa dos fases que vamos a intentar ejemplificar:


Veamos, la primera fase es llamada Inadaptación objetiva y su característica principal es que las conductas antisociales desarrolladas son esencialmente utilitarias y son ilegales, y se llevan a cabo para alcanzar una meta adaptativa.

Si tuviéramos una plantación de marihuana en nuestro armario y nos dedicáramos a venderla para alcanzar determinado nivel económico (nos vendría tan bien en estas fechas…) estaríamos transgrediendo la ley. La transgredimos porque nos lleva hacia un fin que es conseguir dinero, el dinero puede contribuir e a estar adaptado en cierto grado, que no necesariamente, pero lo que está claro es que sin el factor económico sí que estamos más predispuestos a la inadaptación en occidente moderno, recordemos que es uno de los factores influyentes en la vulnerabilidad social.

 Imaginemos ahora a un traficante de armas. Es un caso en el que se podría aplicar la misma lógica, pero mirémoslo desde otro prisma. Probablemente si conociésemos su historia de vida, no tendría mucho que ver con la de un individuo plenamente adaptado. Perogrullo, contando con la excepción. Lo que queremos destacar es que podría tratarse de una persona que no ha sabido adaptarse con los medios legales, o quizá no haya tenido oportunidades ni herramientas para hacerlo. De tipo económico y material, o porque haya crecido en un entorno que ya ejerciera prácticas ilegales/inadaptadas y se haya socializado en un mundo que no tiene mucho que ver con el de la ley civil.

La diferencia entre esta etapa y la anterior, es que en esta no tienen porque existir alteraciones significantes de la personalidad y en la Inadaptación subjetiva sí.
Ésta se da cuando las instituciones intervienen y se produce un etiquetamiento, exclusión, y en definitiva una institucionalización que provocan un cambio en la conducta o la personalidad del sujeto, cuando no atienden adecuadamente sus necesidades. Según Amorós: “Las medidas institucionales implican un sistema relacional distinto y el sujeto adopta pautas comportamentales consideradas como “anormales” “
Nos preguntamos si la presencia de la institución es clave para que se adopten pautas comportamentales “anormales” (pensamos que no).


Conocimos a un chico al que llamaremos Sergio. Cuando decimos chico es que era realmente chico, no llegaba a la mayoría de edad y ya llevaba un año viviendo en la calle. Los Servicios Sociales tuvieron que hacerse cargo de él durante su infancia y adolescencia, ya que consideraron que su familia no podía/sabía hacerlo. Llevaba un tiempo en una okupa frecuentada por personas con una determinada forma de ganarse la vida, ilegalmente (robando), o produciendo espectáculo lúdico en la calle para recaudar dinero. Compartían más que modo de vida, compartían ideología y gustos. Compartían estética, se identificaban con ella y los ojos ajenos reaccionaban etiquetándolos según lucían y actuaban.

Howard Becker, sociólogo estadounidense, exponía que los grupos sociales eran los que  creaban la desviación, estableciendo reglas cuya infracción constituía una desviación. Decía que la desviación era la consecuencia de la aplicación de las sanciones, y que el desviado no era sino: “alguien al que la etiqueta le ha sido puesta con éxito”.

Becker habla de sanciones y reglas, pero no de si son formales o no, de si es la ley civil la que siempre castiga, y pensamos que se refiere a los dos ámbitos. En el caso de Sergio no fue necesaria ninguna institución para que se produjese el labelling, la mirada despreciativa de un viandante es suficientemente informadora y transmisora de desprecio, de castigo, de sanción por hacer lo que hace o lucir como luce. La suma de las reacciones de todas las personas “normales” con las que se cruzaba desde que se levantaba hasta que se acostaba es lo que hacían de él un desviado, mirándolo desde la perspectiva del interaccionismo simbólico.

Los Referentes desde los que se trata la inadaptación los hemos visto en clase y en el  blog hemos tratado previa y brevemente el Aptitudinal y el Normativo. Lo que nos ha aportado el texto es principalmente vocabulario, términos sociológicos o de la profesión. Rescatamos una cita sobre la inadaptación según el referente aptitudinal, puesto que nuestro trabajo para la asignatura será sobre los niños hospitalizados que participan de las Aulas Hospitalarias, y nos viene bien repasar:

“No es la discapacidad en sí la que determina la inadaptación,  sino la definición y la práctica social llevada a cabo acerca de unos sujetos con unas características personales o sociales…”

Es aplicable a la inadaptación según el referente normativo, podría haberlo escrito H.Becker.

Como bien sabemos el concepto de inadaptación depende del referente, de la definición de inadaptación y adaptación. Las definiciones con la referencia centrada en la especificidad humana señalan que la inadaptación no es tanto una inadecuación al medio como una inadaptación a sí mismo en tanto que sujeto de proyectos. Entendemos con ello que no es tanto una inadaptación por la hostilidad del medio. Sería considerar a Sergio inadaptado por un fracaso en sus proyectos vitales si así él lo sintiera, pero no porque el entorno no le proporcionara los medios para subsistir, pues tenía techo y alimento diario.


Las definiciones centradas en la interacción medio-sujeto están enfocadas a la relación entre ambas partes, la comunicación que se produce o no. Considera que hay desadaptación cuando hay desequilibrio entre ambas partes, conflicto entre el individuo y la sociedad. Numerosos autores proponen una clasificación según el tipo de relación individuo entorno: conformismo pasivo, retirada, o conducta antisocial objetiva.

Pensamos que el llamado “conformismo pasivo” por Ayerbe y Amorós es el “ritualismo” propuesto en el esquema funcionalista de R.K.Merton. Merton describe el ritualismo como el abandono total de las metas culturales, mientras que se permanece fiel a la observación de las normas, con la característica de que el ritualista se aleja del sistema social en cuanto a que renuncia al logro de las metas que constituyen los ideales básicos de la sociedad.: “El síndrome del ritualista social es tan familiar como instructivo. Su filosofía implícita de la vida encuentra expresión en una seria de clichés culturales: “no me afano por nada”, “juego sobre seguro”,”estoy contento con lo que tengo,”no aspires a demasiado y no tendrás desengaños”.El tema entretejido en esas actitudes es que las ambiciones grandes exponen a uno al desengaño y al peligro, mientras que las aspiraciones modestas dan satisfacción y seguridad. Es una reacción a una situación que parece amenazadora y suscita desconfianza.”

Merton también propone un término como el conformismo pasivo, al que llama “conformidad”, pero pensamos que el que se corresponde con él es el ritualismo, porque el ritualismo y el conformismo pasivo comparten la idea de “lastre social” que se produciría por la nula aportación a la sociedad aun cumpliendo sus normas, mientras que la “conformidad” para Merton sería una conducta que se orienta de forma típica hacia los valores básicos de la sociedad, aceptándose las metas culturales. Además nos dice que la conformidad es la pauta más común y ampliamente difundida, por lo tanto no casa con el concepto de conformismo pasivo, que habla de una minoría.