martes, 3 de enero de 2012

Teorías explicativas de la desadaptación social.



Como decía un profesor que citaba a su antiguo profesor: “los términos medios pueden ser muy virtuosos pero no son explicativos”. Cuando empezamos a ver en clase las teorías explicativas de la desadaptación social, nos parecieron lo que a la mayoría de nosotros: descriptivas y fieles a la realidad, pero a una parte de la realidad. Dábamos por supuesto que hablaban de tendencias y de generalidades, no que proviniesen realmente del positivismo y defendiesen una postura determinista, que se conformaba con explicar la realidad a partir del entorno exclusivamente, o de la biología del individuo. De hecho en una de las entradas de ayer, expresábamos nuestra perplejidad ante la explicación de las causas inmediatas de la conducta humana de acuerdo con el referente interactivo. Lo teníamos en las narices pero no caímos en que efectivamente, se trataba de una postura conductista determinista, que no dejaba margen al proceso psicológico individual.

Que hayamos supuesto en un principio que las diferentes teorías hablaban de parcelas de la realidad, no es fruto del azar sino del momento histórico en el que nos encontramos, donde se han superado muchas teorías y creado porturas conciliadoras (como la Escuela Crítica) entre extremos.

Así pues, queda redactada la mayor contribución que nos ha hecho el texto sobre las distintas teorías: concienciarnos de que no hace tanto tiempo, el pensamiento determinista era muy común entre los estudiosos, y dio lugar tanto a teorías como a modelos de intervención, siendo más literales: determinó como se trataba a las personas que se salían de la masa.

En clase debatiendo sobre el Liberalismo y el Positivismo, y los modelos de intervención, observamos como aún existían actuaciones a partir de modelos que se creían superados. Por lo tanto el segundo dato importante, fue que debíamos conocer bien las corrientes filosóficas que sustentaban dichos modelos, así como las teorías, para saber desde que marco nos estamos moviendo y afinar, poder ver los posibles déficit de las actuaciones o los errores en los que podemos incurrir simplemente por tener un sistema de creencias, que como todos, por muy castrante que sean con respecto a la totalidad de la realidad, tienen su coherencia y su lógica interna y por ello a veces son persuasivos si no se conoce bien su procedencia.


Otro punto importante es conocer las diferentes fases de la respuesta social a la desadaptación. Recordamos como vimos en clase que actualmente, se seguían dando respuestas que supuestamente quedaron obsoletas, como la beneficencia, que se creía superada pero es tan actual o incluso más que el trabajo comunitario, o al menos en España. La ayuda económica, la asistencia puntual es a veces muy necesaria y otras veces un abuso del recurso por parte del estado para no remediar un problema desde su raíz, es la transparent dangling carrot para el pueblo, “iros quedando tranquilitos con esto”.

Las teorías explicativas se entienden según su contexto, como todo. La Teoría Sociológica cobró importancia tras la Primera Guerra Mundial. Hace una distinción entre lo macrosocial y lo microsocial,  mientras que la primera habla  de la desadaptación social como producto de entornos conflictivos concentrados en grupos culturales o subculturales, la segunda se centra en los factores familiares como causa de la desadaptación, ambas hablan del entorno.

La Teoría de la asociación de Sutherland reaparece junto a la tendencia macro con crítica incluida por Rutter y Giller. Me encantan estos dilemas: se dan asociaciones entre individuos desadaptados, pero sería por efecto de la Asociación Diferencial o porque el individuo propenso a desarrollar conductas delincuentes busca compañeros parecidos a ellos? Pues por ambos, no es una respuesta original pero así creemos que es. No tienen que ser teorías excluyentes la una de la otra.

 La teoría sociológica da lugar a modelos de intervención de corte protector y compensador, leemos: “…proteger al individuo de los efectos adversos de su entorno socio-familiar y compensarle por las privaciones y desventajas que haya sufrido…”. Quizá podamos incluir aquí los reformatorios juveniles, cuya principal característica es el aislamiento del individuo alejándolo de su entorno.

Rutherford (1986) resume los postulados del modelo de Welfare que no vamos a copiar, pero sí a comentar dos de ellos.
”La prevención del abandono y la mitigación de las desventajas conduce a la prevención de la desadaptación y del crimen.”

“Todos los jóvenes con problemas pueden ser tratados mediante un proceso diseñado para identificar sus necesidades”

Con el primero estamos de acuerdo, sin embargo lo hemos asociado con el texto de Jaime Funes “Lecturas inadaptadas sobre los ciudadanos con dificultades sociales”, en el que nos previene acerca la mirada estatal, que ve a al ciudadano con problemas cuando es un problema para la sociedad, que no reconoce el problema social hasta que una institución lo reconoce y lo dota de visibilidad para el mundo. Concretamente nos dice que no debemos olvidarnos de las personas, que un problema social  es un problema de personas, no solo un obstáculo para el desarrollo correcto de la sociedad.


La segunda frase la hemos querido destacar por la primera palabra, porque los que estamos estudiando esta carrera no sabemos bien como serán las cosas fuera, y no todo el mundo piensa que todos los jóvenes pueden ser tratados, es alentadora.


(Hemos de decir que las teorías sociológicas también dan lugar a un modelo contrario, no interventor, pero concluiremos el apartado.)


Las teorias centradas en el individuo nos parecen poco rescatables. Todas parcelan la realidad pero esta es la más castrante a nuestro parecer. La variable situación es ignorada por las teorías de la personalidad y las aproximaciones conductistas ignoran los fenómenos psicológicos. Lo que nos parece más acertado es la inclusión del concepto de “limitación” en la Teoría de la Racionalidad (Limitada), que tiene al menos en cuenta que la elección llevada a cabo por el delincuente está muy influida por la emoción intensa o la intoxicación (Guasch 1991 1996). La concepción del acto criminal como resultado de elección individual se nos antoja muy vacía. Los modelos de intervención que tienen como base este tipo de teorías  es tan pobre como ellas mismas: el modelo castigo-control y el modelo tratamiento, que tienen en cuenta que muchos delitos y conductas desadaptadas son un producto de oportunidad y de elección racional, y por tanto, la persona debe dar cuenta de sus acciones. Vamos liberalismo puro, y ya sabemos que en los extremos no encontramos mucho más allá de una explicación medio válida.

Con la teoría de la reacción social se nos plantea otra pregunta : Cómo llega a producirse una conducta desadaptada por primera vez si en ese momento aún no ha habido ninguna reacción social?(Denman 1988)  Mmmm. Nosotros entendemos la reacción social como uno de los factores que contribuyen a la desadaptación, según el caso será un factor de mayor o menor importancia. Podríamos entender entonces que el primer acto se da por otro motivo y la reacción social posterior refuerza ese comportamiento, pero claro, eso lo dice nuestra mente del siglo XXI, si de lo que hablamos es de determinismo, no es eso lo que dice la teoría y sería un interrogante suficiente para hacerla tambalear.


La última teoría sin contar con la Postura Ecléctica es la del Aprendizaje Social de Bandura, que postula que la conducta delictiva no es distinta a las demás conductas humanas en el sentido de que se transmite  y se aprende igualmente. Su característica distintiva es su preocupación por la variable situacional, tiene en cuenta la oportunidad, la presión, presencia de testigos, elementos disuasorios…Nos mostramos muy en consonancia con Bandura, cuyas ideas se encuentran en la base del modelo Reeducativo o Educativo, que dice que las necesidades problemáticas del niño se pueden diagnosticar y tratar.

La Postura Ecléctica es la parte que más destacamos de todo el texto porque es de la que más hemos aprendido. De las demás también, pero nos habían quedado más claras en clase. En el texto se describe detalladamente y es el colofón para entender la realidad actual. Explica como se ha especializado la justicia con el tema del menor y como ha tenido una repercusión negativa porque ha habido un aumento de la aplicación del castigo y una disminución (o sustitución) de la intervención por éste.

Y hasta aquí hoy.

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