domingo, 23 de octubre de 2011

II. Individuo y sociedad.



Nota: cada entrada es distinta, en la anterior se recogía todo el capítulo (todo lo que se quiso destacar), en esta no. Haré más entradas del mismo, aquí se recogen los conceptos  “innato”, “ambiental”, “socialización”, “referentes: normativo y aptitudinal”, e “inadaptación”, los dos últimos de clase, como se señala ulteriormente.

Lo innato y lo cultural.

Como ya sabemos, la relación entre biología y ambientalismo y su influencia en la conducta del individuo es un tema incandescente del que surgen debates en numerosas ciencias, desde las sociales hasta las experimentales.
Existen corrientes cercanas a los dos extremos y corrientes que comparten ambas ideas, aunque suele existir tendencia hacia un factor u otro.
Precisamente lo apasionante es que nadie ha sabido ni sabe nunca cuánta influencia le podemos adjudicar a cada elemento. La influencia en el individuo es difícilmente mesurable. Pasando por alto a los deterministas, todo aquel que defienda uno de los factores por encima del otro se ve irremediablemente abocado a considerar un margen en el que no entraría la corriente propia a la que se pertenece. Claro, si soy más bien ambientalista consideraré menor la influencia de la biología, pero ¿Cuánto es de determinante? No se sabe, y depende del caso, pero no se sabe.

Los trabajadores sociales pecan según leemos, de ligar demasiadas causas conductuales al ambiente. Justo en esta profesión, el binomio no pasa desapercibido. En otras disciplinas, como la Sociología, la relación cobra menos importancia. Se tiene en cuenta como algo que no se puede obviar, que puede aportar causas que no contempla el propio objeto de la sociología, pero no es el innatismo materia competente para el sociólogo (en el sentido estricto, cuando haya que hablar de biología).
Sin embargo en nuestro caso estamos hablando de trabajar con individuos o grupos directamente, trabajamos con personas.


Empecé a tomar en consideración la influencia de la biología en el carácter y personalidad bien tarde. Me encontraba en un avión con un grupo de amigos, acabábamos de despegar y estábamos sentados desde hacía veinte o treinta minutos, como mucho. Se mostraban alegres por el viaje, vitales. No paraban de hablar entre ellos, jugar a las cartas, reír. Yo sin embargo me encontraba luchando conmigo misma para mantenerme despierta, y no por falta de horas de sueño. Me di cuenta de que me faltaba el oxígeno. No era un pensamiento hipocondríaco, no padezco claustrofobia ni tengo problemas con los vuelos ni era la primera vez que volaba. Simplemente me faltaba el aire, el espacio era reducido (Welcome to Ryanair) y había muchas cabezas por metro cuadrado.
De esto no me di cuenta hasta unos días después, cuando recordé cómo en aquel momento me preguntaba por qué los demás no notaban el ambiente cargado y cómo a mí me costaba demasiado hablar o mantenerme activa.
Esta es sólo una de las primeras experiencias por las que constaté que tenía la tensión baja.
Ahora entendía por qué la gente de la clase me decía que les parecía muy tranquila. Para mí, yo era muy activa: iba en bici a la facultad, salía a correr, trabajaba, hacía “juventudeces” cuando salía…Claro, yo contaba las acciones concretas que acometía, no las cuatro horas entre plan y plan que necesitaba para recuperarme (y no por cansancio común, una semana no tenía tanta actividad). En las clase-ryanair, encerrados a temperatura ambiente durante unas horitas me amodorraba más de la cuenta hasta transformarme en un mueble más.


 Cavilando sobre cómo actuaba cuando me bajaba la tensión y cuando la tenía “normal” (normal: que no me provocaba una pereza extraña) decidí que perdía innumerables horas descansando por “necesidad real” y que me impedía llevar a cabo muchos objetivos que me proponía cuando la tenía baja.
Me propuse pasar de esa sensación e intentar realizar más actividades de las que realizaría normalmente, para mantenerme más activa y alcanzar más objetivos. Y sobre todo a no mimetizarme con los sofases del mundo.
Un rasgo innato de influía directamente en mi personalidad, y al conocerlo pude variar su influencia domándolo con disciplina. Y dejando de hacer digestiones de camionero, todo hay que decirlo.


Sugestiva la afirmación sobre la evasión de la propia responsabilidad como causa de la permanente búsqueda de las señales de nuestro destino que localizamos en el texto.
Considero necesario el estudio de los factores maleables de la conducta para conocer desde donde podemos hacer los cambios. Probablemente, comencemos por estudiar el entorno en el que el individuo se ha desarrollado y como le afecta ese entorno, en el caso de trabajadores y educadores sociales. Lo estimo adecuado, precisamente porque pienso que los factores conductuales pueden domar los factores biológicos, aunque una vez más depende del caso y habría que abrir un apartado distinto para casos de orden mayor.
 La responsabilidad concreta es superar los factores biológicos en la medida en que seamos conscientes de ellos y esté en nuestro alcance. Es imposible saber sin un análisis previo, por poner un ejemplo, si nuestra amígdala funciona correctamente. Podemos intuir que existen problemas si observamos alguna causa como el alcoholismo, pero no todos los factores biológicos influyentes en la conducta poseen una causa tangible desde el exterior ni producen comportamientos extremos que puedan ser rápidamente localizables. Me gustaría poder trabajar con los dos factores en el futuro hasta donde mi formación me permitiese. Si trabajase con un grupo reducido o con individuos, según el caso, me gustaría poder derivarlos a algún especialista que le hiciera un estudio desde esa perspectiva, pero nunca eludir el innatismo por ser algo que no parece contemplar  la actitud y aptitud del Trabajador Social.

Lo que incorporo a mi bagaje del texto, es el recordatorio de que nos posicionemos como nos posicionemos, es contraproducente tomar una actitud determinista, pues nos llevaría a desatender las particularidades de cada individuo.

...

El proceso de socialización.

Justo en el primer párrafo del apartado leemos “incorporación del individuo a la sociedad…se desarrollan características comunes de la personalidad de los individuos”.
Genial. Esta parte, es divertida. Las características comunes de la personalidad de los individuos son los ingredientes racionales de los estereotipos (quizá el único ingrediente racional). Nos explican en varias asignaturas lo que es un estereotipo de la mano del prejuicio desde el mismo punto de vista. Entiendo personalmente que el estereotipo es  un concepto neutral, no algo negativo. Para mí es algo neutral que comporta consecuencias negativas en muchos casos.
Como en la carrera enfocamos el estereotipo y los prejuicios como un ahorro mental que nos permite mediante encasillamiento el no tener que plantearnos cómo es y cómo funciona la persona que tenemos delante y me gusta entender la tela sobre la que se cose, voy a darle la vuelta a la tortilla, ya que el proceso de socialización me lo permite.

No había reparado hasta que comencé a servir, en la posición de espectador en la que se encuentra un camarero. Asiste como un ente invisible, a una espectacular concurrencia de grupos de personas con características comunes. Es increíble como se pueden percibir tan claramente las características latentes de las personas a través de las patentes cuando se encuentran en grupo.
Vienen a un cóctel un grupo de 60-70 personas. Nada más llegar, el olor a Jean Paul Gautier, Ralph Lauren  y Chanel, impregna la sala. Desfilan desde la entrada hasta su lugar de uno en uno y por parejas. Rodarán los cuarenta y pocos, de media. Allá donde pose la mirada hay un bolso de Carolina Herrera, un peinado de torero... Empiezo a serpentear entre la gente con bandejas de cerveza y vino. Ellos beben como cosacos. Ellas se han aprendido el artículo del nutricionista y son más comedidas. Voy pillando frases sueltas, todas con el mismo denominador común: aquel club donde pasaron la tarde, blahblah empresa,  blahblah gestión bancaria, blah blah Pilates.
Nos tratan a mí y a mis compañeros como sirvientes, más que camareros. Parece que cada uno tiene una petición especialita, por aquí un vaso de agua con rodaja de limón, por allá un tinto en un vaso especificado por el cliente. Nuevos ricos. No es la primera vez que vienen grupos de esa posición socioeconómica, los camareros ya hacemos predicciones como en qué estado van a dejar el salón y otras tantas, con una aproximación a la realidad del 90% que se comprueba al final de la jornada, sin que Pigmalión asome cabeza. Charlatanes, bebedores (por ser comedida en términos), algo caprichosos y falsa educación (casi no graznan “gracias”, vehemencia, y la que modera el tono lo hace porque queda mono).

Pocos días después servimos a notarios y antiguos notarios: los apolíneos. Ahora la media de edad se sitúa en diez o quince años más. High class baby, estos son distintos. Tienen clase de verdad. No son ostentosos como los anteriores, sino elegantes. Las mujeres cincuentonas tienen cuerpos armoniosos y esbeltos. Alguna patéticamente recauchutada, pero en general  las demás constituyen el paradigma de la finura, o copian demasiado bien del Vogue. Misma estética entre ellos, igual que el grupo anterior. Sus conversaciones discurren lentamente y en volumen políticamente correcto. Sonríen con sonrisa de abuelo feliz, no con sonrisa de firma de contrato, realmente nos hacen creer que se sienten agradecidos por nuestro servicio.

El último caso que presento es el antagónico al anterior: personas que han estado ahorrando concienzudamente para poder celebrar allí el bautizo del niño. Los señores/as  de 50-60 son…pintorescos. Las mujeres desde la cuarentena van criando figura de abuela-tonelito andaluz. Son rechonchas y con caras simpáticas, permanentes y tintes hood. Todos ellos comen y beben como si no hubiera un mañana. En el primer grupo era más bien por ocio y vicio, ahora por vicio puede que también, pero sobre todo y principalmente porque “es gratis, Manolo”. Los niños chicos que hay son los embajadores de la creciente tasa de obesidad española, patrocinados por Coca-Cola special events.

En tal ámbito, los estereotipos y los prejuicios sirven mucho. Indican cómo tratar a las personas. Profesionalmente no debería haber ninguna diferencia en el trato, pero la realidad es que las hay. Si una señora dubitativa ante una bandeja de canapés le pregunta al aire cual estará más bueno, y es de los nuevos ricos, una se calla, si no quiere recibir a cambio una mirada desafiante y seca. Si se da el mismo caso pero la mujer lleva zapatos de plástico, una responde “ el naranja es de cabracho y suele gustar más”, y la señora contesta con  agrado con un “Sí? Mu bien miarma, vamo a probarlo que un dia e un día”.
 Si hay muy poco espacio entre silla y pared y no se alcanza una copa para servir el agua o vino por la derecha con los del primer grupo, te fastidias y haces acrobacias o das una vuelta estúpida. Si ocurre con el pueblo llano, sirves por donde sea más cómodo, relegando el decoro a un segundo plano, no solo no les importa sino que ni si quiera se dan cuenta, tampoco usan los cubiertos adecuados para cada plato.

Es gracioso todo esto. Ver como se han socializado y se socializan los diferentes grupos. Ver cómo personas que son distintas, piensan distinto y actúan distinto unas de las otras, pueden dar la impresión de total y compacta homogeneidad vistas en grupo. Con tales constataciones es muy sencillo entender cualquier teoría estructuralista. Puritas marionetas.
Lo que yo entiendo por socialización es un aprendizaje desde el nacimiento hasta la muerte que bebe de TODO. Me da pereza especificar porque hemos trillado el concepto entre el año pasado y lo que llevamos de este…medios de comunicación, grupos de pares, instituciones primarias y secundarias, incluso geografía…

En los dos últimos días de clase con Almudena  (10,17/Oct/11) vimos dos referentes: el Normativo y el Aptitudinal. Los voy a fundir con el concepto de socialización:

 Según el referente normativo, intervendremos con una persona cuya socialización ha sido defectuosa para adaptarla al entorno normativo. Defectuosa por supuesto mirándola desde ese referente.
Si no cumples las normas (formales o no escritas), estás indebidamente socializado, ya que el fin de la socialización es la inserción del individuo en la sociedad para que se forme una masa cuanto más compacta y homogénea mejor, en todas sus variedades infinitamente imaginables, desde la sorprendente uniformidad en estilos caligráficos estadounidenses (tan perversos los gringos, no…?!), pasando por la obediencia a las normas escritas, normas cívicas y culturales no escritas, protocolo, código de conducta con el grupo de iguales…etc.
 Vamos, por terminar de caricaturizar (no sin veracidad) el asunto, que te compres la Blackberry y estarás socializado de puta madre, y adaptado que ni te cuento.

El referente aptitudinal es un poquito más aburrido, por lo menos para mí en comparación con el otro, que es más sociológico. Considera a la persona inadaptada cuando el individuo posee características propias como taras, un déficit de salud o inteligencia, trastorno afectivo o comportamental, del carácter…

¿El debate? El debate imperecedero: los límites. Y es que me entusiasman los límites, los opuestos, los extremos, los veo en todo en la vida y los vivo en la medida (irónico que use esa palabra) que puedo.

 Debatimos sobre lo que era un inadaptado según el referente aptitudinal valorando ejemplos concretos como el de las personas miopes que no ven nada sin gafas, y calibrando qué debía aportar el entorno para facilitar la adaptación del individuo (clásico ejemplo de las rampas para silla de ruedas, etc.). Recogí la cita (de Almudena creo recordar) que me dejó satisfecha: “Una persona enferma o deficiente será inadaptada social en la medida en que el medio social en el que tiene vivir le sea hostil”. 

 Me parece justo  que estime que el baremo para conocer un caso de inadaptación sea la percepción de la propia persona, no veo otro modo adecuado.

Cerramos ya con esta idea...

Saludos.

 

viernes, 7 de octubre de 2011

IV. Estructura Social. Desigualdades, reproducción, y movilidad de las clases sociales.



El capítulo me ha venido muy bien para refrescar la memoria (y lo que no es refrescar, porque voy pegada en historia). Se agradece cuando coges un libro y para explicarte algo te recuerda qué decía el Marxismo sobre las clases sociales, cuando surgió el capitalismo, los tipos de capitalismo que hay…

Me son familiares muchos de los términos sociológicos empleados porque los hemos visto el año pasado en Sociología.

Hay temáticas que son más susceptibles de comentarios relacionados con nuestra carrera o asignatura que otros, como el acceso desigual a los recursos. Como se repiten en varias asignaturas y son más conocidos para mí, elijo destacar ideas que me suscitan párrafos menos “importantes” porque creo que puedo sacar más beneficio:

Hace no mucho leí un artículo(1) sobre la educación en Corea del Sur. En resumen, si mal no recuerdo, decía que los surcoreanos eran los nuevos finlandeses de la educación .De hecho los habían llegado a desbancar de su puesto en el informe PISA. Para explicar el día a día de un alumno surcoreano medio ponía el ejemplo real de una chica, y al mirar sus horarios constatabas que no tenía apenas tiempo libre y que su juventud giraba y giraría en torno a la escuela/universidad. Puse la mirada en el perfil del estudiante más que en los datos –daban porcentajes de escolarización y demás-.Estaban muy presionados para sacar notas excelentes y rendir por encima de que aquí consideramos sanos.¿Por qué? Uno de los por qués: la sociedad surcoreana había vivido en un sistema de castas no hacía mucho. Al verse liberado del estatus adscrito impuesto por siglos, la reacción masiva fue intentar adquirir el mayor estatus posible aprovechándose de la recién adquirida movilidad social, y eso se consigue a base de educación (en teoría, o en Corea).
Me recordó vagamente a una imagen e intente visualizarla: sí, esa era. La de los árabes, jordanos, pakistaníes que deciden establecerse en europa y estudian medicina, arquitectura…El padre de mi amiga, jordano, médico. Otra amiga de sangre armenia emigrada a Bélgica, estudia derecho. Mis compañeros del trabajo, marroquíes, estudiando ingeniería. Formarán en mi mente parte de un estereotipo como tantos otros, también está el del kebab y cía, pero ciertamente cuando leí sobre los coreanos sedientos de buen estatus me recordaron a todos aquellos orientales que eligen estudiar carreras con prestigio. Y lo relacioné pensando que probablemente si existiera tal preferencia por las carreras de prestigio por parte de los orientales, podría deberse a un caso parecido al de los surcoreanos, la búsqueda del prestigio negado por la situación social o económica de sus países.

Mirándolo desde el punto de vista del país (Corea) y no de la del ciudadano, podríamos decir que el cambio en el mecanismo de legitimación está llevando a Corea del Sur a una modernización que la va asemejando al modelo occidental de clases, basado en la meritocracia.

Cambiando de tema,leyendo por una parte sobre el nepotismo y por otra sobre los basureros, recordé otro caso cercano: el de un compañero que conocí no hace mucho que era basurero y procedía de una familia de basureros. Por lo visto es difícil entrar en más empresas de las que nos imaginamos. Y también recordé a Almu hablando sobre proteccionismo. Todavía no sé si proteccionismo y eufemismo es exactamente lo mismo. Me da que el eufemismo conlleva proteccionismo pero no a la inversa, podría wikipediarlo pero prefiero esperar. Lo que si he googleado era “eufemismo”, a ver que me decía la RAE, y después de leerlo estoy convencida de que “agentes de la salud pública” es un eufemismo como un camión. Vaya, no hace falta ser un lince, la profesión/ocupación de basurero tiene más que ver con la basura que con la salud por mucha tecnificación que se incorpore.

Un dato que desconocía y me ha gustado aprender, es la explicación de Mumford sobre la gestación del capitalismo. Nunca la había oído. Ese tipo de cosas son las que captan mi atención cuando leo, lo desconocido. Las castas, la estratificación explicada de manera sencilla…ya hemos leído sobre eso. Solo me interesa el sistema de castas en cuanto a su relación con la India, no como sistema en sí. Llevar de repente (de repente para mí, que no lo sabía) las castas a los tiempos de los escribas y el capitalismo a los monasterios medievales, me motiva.

La parte de los tres tipos de capitalismo, ahora mismo, me da igual exactamente. Pretendo estudiarlo poco a poco porque me va a hacer falta… no se me ocurre nada con lo que relacionarlo ahora y me va a quedar forzado. Por sacar algo: capitalismo renano, lo había oído pero nunca supe lo que era, y Keynes, que lo vimos el año pasado en economía y volverlo a ver en plan pincelazo asienta ideas.
Conceptos como “Estado de Bienestar” y su gestación, lo vimos también el año pasado, en Políticas del Bienestar Social.

La entrada no recoge suficiente contenido del capítulo para mi gusto. La voy a dejar así a sabiendas de que está incompleta y en clases posteriores donde surjan estos conceptos u otros relacionados volveré a hacer entradas. Me quedo más satisfecha escribiendo escasamente y disfrutándolo que metiendo conceptos por meter y googleando materia relacionada, ahí con embudo.

Saludos!

Carmen A.

(1):  http://xlsemanal.finanzas.com/web/articulo.php?id=73098&id_edicion=6687

martes, 4 de octubre de 2011

Una de mili, por favor.


Si tuviera facebook haría un grupo que fuese:

"Alumnos que hablan en las clases de sociología de que las nuevas generaciones vienen débiles y consentidas y se quejan hasta la saciedad  porque por el horario, un día a la semana no tienen tiempo para comer o desayunar."
o
"Prueba a hacer más de dos cosas en un día y no quebrarte."
o
"Gente que dice con talante de post-guerra que hoy en día tenemos demasiadas facilidades y cuando les quitan una, llora."

Y el próximo día, entrada positiva, que ya voy notando como el espíritu bloggero se alimenta de mi personoide nazi y narcisista.

lunes, 3 de octubre de 2011

Bye bye, moernos (por fin)


Hemos tenido nuestra primera EB.

La clase de hoy ha sido más que nada introductoria. En cuanto a conceptos han salido algunos como “tolerancia”, “progreso”, “autenticidad”, “manipulación”, “rel. Causa-efecto”…Almudena nos dijo que lo que nos pediría sería que fuésemos auténticos y conscientes de la manipulación, hablamos de los medios de comunicación, imagino que es extrapolable.

Cuando sacó a la palestra esos términos pensé sin querer “por favor, mas obviedades no”, pero luego se puso interesante la cosa cuando no preguntó si creíamos que decíamos realmente lo que pensábamos, si pensábamos lo que decíamos, o si nos limitábamos a repetir lo que nos decían directa o indirectamente que era lo correcto opinar. Bien.

Intervine recordando una situación en una EPD del año pasado. Estábamos en una clase de antropología y acabábamos de ver un video sobre animales gays (más allá del interés antropológico, nos meten ideología de izquierdas a chorro, pero eso es otra entrada).Comenté en esa EPD algo así como que a pesar de que la homosexualidad fuese natural,  era una deficiencia de la especie como tal, porque el objetivo primero es la reproducción y la homosexualidad no la aseguraba. Como no es un argumento moderno ni de izquierdas (que es lo mismo), no fue bien recibido. Ahora que lo releo hasta a mí me suena a rancio, pero me gusta ser y sentirme libre para hacer las divagaciones que me den la real gana.Por supuesto no es la primera vez que me pasa.

Así que cuando habló de ser auténticos me dije: genial, con lo “nazi” que soy para tantas cosas y encima me van a incitar seguir descubriendo qué ideas defiendo que no me pertenecen.
¡Y no solo eso! Si no que creo que va a ahorrarnos unas cuantas opiniones cansinas de clase. Detesto cuando cualquier objeto que discusión acaba por sistema en “el gobierno es malo y los más malos malísimos son los estadounidenses”.Que sí, niña, que ya lo sabemos. Que hay mercurio en el atún, nivel educativo que desciende y nos trae a los correspondientes sociólogos intentando convencernos de que es falso, mierda química que absorbe mi piel en los tejidos de mi camiseta, la HAARP huele mal, etc. Algo nuevo, por favor. Lo mejor es que después ni se argumenta ni nada, todo se queda en un escueto “los de arriba son malos y los medios nos mienten”.
Para eso hay un término coloquial en inglés. Se llama “fast-food opinion” y desgina las opiniones dadas sin reflexión previa, hechas tan a la ligera como la comida rápida. Sin verdadera aportación propia, sin originalidad. Indigestas.

También visualizamos un breve video  que presentaba con simpleza un caso de bullying en un grupo de animales animados. Sirvió para entablar una puesta en común sobre las conclusiones que habíamos extraído de él: qué actitud tenía el acosado, en qué repercutía de verdad su aspecto físico, cuánto determina la actitud de uno hacia los demás en el cómo lo traten…

Del día de hoy lo que más me ha gustado y creo que me va a aportar son las ideas siguientes:

-Hay que distinguir qué es importante para la felicidad del ser humano y qué no lo es.
-El problema es la cultura subyacente de cada una de las razas, no la raza.
-El autoconcepto de la persona tiene que ver con su exclusión o su inadaptación.
-Debemos empezar a normalizar lo que diferencia a los demás de nosotros.
-Hay que evitar a toda costa el proteccionismo. (Ej. negrito/negro)
-Como educadores tenemos que llegar a las causas, identificarlas. Encargarnos de que las personas con las que trabajemos sean capaces de desaprender lo aprendido.

Lo que creo que más va a venirnos como agua de Mayo es el tema del proteccionismo y la normalización... 

Hasta el miércoles,
Carmen A.



sábado, 1 de octubre de 2011

Salud I


Uno de los temas en los que me gustaría implicarme si llegase a trabajar en los ámbitos que nuestra carrera dispone seria la educación de la alimentación y la salud.

Es un tema que de primeras no da la impresión de ser difícil de tratar. Si ahora mismo en la clase nos hicieran un examen sobre lo que se debe y no se debe comer, o sobre los hábitos de vida saludables, seguramente todos responderíamos al unísono: verduras y frutas, más pescado que carne, nada de fritos, ejercicio…los más puestos en materia repetirían sin planteárselo la cantinela de las cinco livianas ingestas diarias, hábito presentado como equilibrado y saludable por los médicos y nutricionistas de finales de siglo XX y comienzos del XXI en occidente (…), o lo que Matías Prats comunique a las tres según el fulanito de turno.

Más o menos algo se ha pillado. Más o menos se va entendiendo de qué va el cuerpo.

Yo pienso que nos quedan leguas.

En los últimos años se ha ido adquiriendo más conciencia sobre la relación entre el cuerpo y la mente. Antes todos éramos capaces de relacionar, por ejemplo, un eccema con nervios o stress. O todos aceptábamos que había personas que reaccionaban físicamente a una emoción o estado mental.
Mi hermana menor“curiosamente” se ponía mala antes de los exámenes, pensábamos en casa que era el clásico teatro español para no asistir a clase, hasta que vimos que a veces vomitaba. Vomitar de los nervios, es algo que podemos considerar “normal”, la gente acepta la relación mental-física (nerviosismo-nauseas).
Hasta ahí bien. Pero no todo es un resfriado.

Cáncer. Hepatitis. ¿Ahora qué?

¿Quién piensa en la mente cuando habla de Cáncer?

Cáncer.
Esclerosis lateral amiotrófica.

¿Piensas en la mente? Probablemente la respuesta sea no.
Si por el contrario es sí, me alegro, ahora lo voy a dejar ahí.

De momento sólo lanzo un par de preguntas: ¿Por qué aceptamos sin problemas que el ser humano somatiza determinadas cuestiones, y otras no? ¿Por qué pensamos que somatiza si el cuerpo sufre un mal menor, pero si hablamos de “grandes enfermedades”, patologías, etc, solo pensamos en biología, y, como mucho (que ya es un buen avance) en alimentación?

Para ponernos en antecedentes citaré un párrafo del libro “Estilos de pensar”, obra de la antropóloga Mary Douglas que recoge ensayos sobre variados asuntos. Nos centraremos en el capítulo 2: “La elección entre lo somático y lo individual, algunas preferencias médicas”.
Douglas  en el ensayo pone el acento en aspectos distintos a los que aquí quiero tratar, pero me serviré de su texto para situarnos:

” A lo largo de su historia, la medicina occidental ha ido apartándose de las cuestiones espirituales. En una democracia pluralista, las variadas creencias religiosas de la población deben ser respetadas.Sería inapropiado que un practicante de la medicina imponga a sus pacientes sus propios puntos de vista religiosos.De modo que la religión fue separada netamente de la medicina, luego los transtornos psíquicos fueron separados de los físicos y luego también se separó un miembro de otro, la carne de los huesos, la piel de lo subcutáneo, cada órgano de los demás, cada virus por su lado y cada enfermedad fue considerada aisladamente.
La historia de la investigación médica fue un proceso de especialización hasta el punto de que hoy el cuerpo mismo ha quedado parcelado en zonas que competen a una cantidad de especialistas…”

 Mi objetivo con esta entrada es abonar el terreno para las próximas, que seguramente tengan las mismas etiquetas.De momento hoy me gustaría solo cuestionar la concepción que tenemos de las enfermedades y de la medicina, principalmente de la salud.Plantearnos también el "puede que no sea así" en el mundo de lo que presume de ser la ciencia más empírica de nuestros tiempos.
Como cita el párrafo anterior, el enfoque actual de la medicina no nació con la medicina, es un modo de ver el cuerpo, las enfermedades, y la medicina.

He recurrido al texto anterior precisamente para que podamos ser conscientes de ello.Conscientes de que existe el enfoque holístico que considera al cuerpo como un todo y al individuo como un todo, donde mente y cuerpo son inseparables.


Así mismo, estoy intentando erigir desde los cimientos lo que sería mi modo de entender la salud y la alimentación en el campo del Trabajo y la Educación Social, planteandolo con el contenido que me interesa personalmente.